14/11/09

REGLAS DE UN ÁNGEL CAÍDO

1.- Si alguien quiere que seas bueno, sonríele.

2.- Si te insiste miéntele.

3.- Si pretenden hacerte daño y lo consiguen, no eres un ángel caído.

4.- Si creíste ser bueno alguna vez, no puede pasar de una vaga sonrisa.

5.- Si tienes que luchar por algo, que sea siempre por lo mismo.

6.- Si dudas, no eres un ángel caído.

7.- Si mueres llevando a cabo las reglas anteriores, te perdonarás y podrás volver.
TAN SOLO UN RECUERDO DEL FUTURO



DIARIO I, PRIMER CAMINO

"Hoy he vuelto a mirar dentro de mí... estoy totalmente podrido. Donde antes hubo luz, ahora sólo hay oscuridad y vacío. No encuentro algunos recuerdos porque creo que en definitiva no quiero recuperarlos. Mejor ser breve y no aburrir, espero tan solo que la lucha sea definitiva. Ayer tuve mi primer contacto con el mal, y pude vencer a esos que se hacen llamar demonios. No hay mayor demonio que el ángel caído... ataqué directamente a sus ojos y se los hice sangrar, luego culminé con sus sollozos de tristeza y finalmente lo lancé al olvido. Espero que nunca vuelva, se hacía llamar Balban, y quería engañarme con su hipnosis"

"Mi mano izquierda ha vuelto a jugarme una mala pasada. Es mi otra cara de cuando moraba como ángel en los cielos. Creía que había muerto, pero algunos vestigios quedan impresos en esos odiosos cinco dedos y pretende resucitar para terminar conmigo. No dejaré que termine dominándome"

"Alouqua suele visitarme a menudo. Me ha citado para la segunda parte del primer camino. No pienso ser derrotado por este demonio femenino, jamás desistiré de mi único destino, y es servir a mi lucha para siempre, hasta poder perdonarme: la cita, mañana en una iglesia en Sedlec, un suburbio de la ciudad de Kutna Hora en Praga. Está formada por huesos de más de 40.000 personas de distintas nacionalidades. Lucharé y venceré para que mañana pueda volver a mi diario..."
MI PRÓXIMO DESTINO, ESTA TÉTRICA IGLESIA EN SEDLEC
MISTERIOSA, IGUAL QUE MI VIDA PASADA

DIARIO II, PRIMER CAMINO

"Para poder cruzar la puerta de la iglesia he tenido que vendarme la mano izquierda. He maldecido a ese bicho que tengo por siniestra hasta hallarme delante del mismísimo diablo. Lucifer me ha sonreído brevemente en cada calavera de las 40.000 que forman esa iglesia. La primera pregunta de Aloqua ha sido que quién me expulsó del cielo, quién me hizo alejarme de la luz. No le he contestado, no tenía motivos para expresar mi abandono voluntario del lugar de los ángeles a un demonio que ni siquiera se presenta físicamente. Entonces Aloqua se ha materializado en un cuerpo esbelto, constituido por dos ojos rojos, nariz aguileña, boca grande y carnosa, un largo cuello y pechos redondos y firmes. Sus altas piernas se han acercado y me han mostrado un nuevo recuerdo que ya casi había olvidado"



"No recuerdo haber estado allí, pero Aloqua lo sabe todo. Dos personas en la playa, tan solo dos. ¿Quién es ella? Mi mano izquierda se ha hecho fuerte por unos instantes y casi se desprende de la venda. El aire ha empezado a asfixiarme, me cuesta respirar y caigo de rodillas. Aloqua ríe y presiona mi cabeza con su pie. Me dice que estoy a solo un paso de la salvación, pero yo no quiero esa salvación. Agarro su pie con mis dos manos y me levanto haciendo caer su cuerpo desnudo y endemoniado. Se desvanece a mi vista a la vez que la venda de mi mano izquierda termina por desprenderse y ocupar el sitio donde Aloqua ha desaparecido. Oculto mi extremidad entre mi brazo y mi pecho, y salgo de allí rápidamente"

"¿Dónde debo ir ahora? Tengo que escarbar en el pasado, pero… ¿por dónde empiezo? Debo hablar con Abezi-Thibod, él está en la línea del pasado, quiero acercarme a su locura pero sin descubrir demasiado, no debo desenterrar lo que estoy olvidando porque lo estoy haciendo por propia voluntad y es una de las reglas a seguir, si tienes que luchar por algo que sea siempre por lo mismo. ¿Me dará Abezi motivos para seguir luchando?"
ALOQUA, DEMONIO FEMENINO QUE CANSA A LOS HOMBRES Y LOS CONDUCE AL SUICIDIO

DIARIO III, PRIMER CAMINO

"He estado sentado en el aeropuerto más de tres horas. No siento el cansancio, tengo suficiente resistencia como para enfrentarme a todos los demonios. Una pareja flirtea a mis espaldas. Puedo verlos sin girar el rostro. Puedo sentir el olor de ambos, seguirlos por el pasillo y escuchar el cerrojo del servicio. Oigo sus gemidos, sus cuerpos sudan y su felicidad aumenta. Ese pequeño bicho que tengo por extremidad, ignora el momento lo mejor que puede, ato la venda aún más fuerte y se queda dormido. Ojos que no ven, corazón que no sienten, y en algún lugar de mi mano izquierda habita un corazón supuestamente bueno que pretende hacerme creer que algunas partes del amor deberían ser tabú. No respondo más por él y me centro en el orgasmo del último momento de esa pareja que en futuro tendrán un hijo engendrado en el servicio de un aeropuerto. Ella se ha quedado embarazada dándole la espalda a su novio. Ninguno se imagina qué les supondrá aquel desahogo"

"El avión que tengo que coger se dirige a Egipto. Una azafata me muestra el camino a seguir, ya solo queda volar en ese artefacto que por alguna razón me trae recuerdos nostálgicos. Creo estar alucinando desde hace rato porque una pequeña niña no deja de mirarme. Empieza a cansarme. Sufro porque me corta mi libertad, mi único sustento en mi vida de ángel caído. ¿Por qué le pregunta a la misma azafata con la que he hablado? ¿Me está siguiendo? ¿Es otro de los demonios que quieren eliminarme? Me apresuro e intento esconderme de ella..."

"De repente todo está en silencio. Miro a un lado y otro y no veo a nadie. Debe haber sido obra de esa estúpida niña. Los rayos del sol que entran por los grandes ventanales del aeropuerto se vuelven grisáceos y oscuros. Cada vez estoy más perdido, sino encuentro una salida pronto moriré eternamente en estos pasillos malditos y oscuros"

"Veo a lo lejos dos puertas custodiadas por un guardián cada una. Me suena esta imagen. Sé que una puerta conduce a la libertad y la otra al olvido. La niña aparece a mi lado, es tu última oportunidad, me dice, uno de esos guardianes dice la verdad, el otro miente, y sólo podrás elegir un camino... Miro a la niña con recelo, acelero el paso y me dispongo a tumbar a los dos guardianes. Si los derribas, añade la niña, directamente pasarás al olvido. ¡Ah!, se me olvidaba, añade la pequeña mocosa casi con gracia, sólo puedes hacer una pregunta a uno solo de los guardianes..."

ACERTIJO

LAS PUERTAS DE LA LIBERTAD

"Me encuentro delante de dos puertas, una conduce al olvido y la otra a la libertad. Cada puerta está custodiada por un guardián, sé que uno de ellos siempre dice la verdad, y el otro siempre miente. Para elegir la puerta por la que pasaré solo puedo hacer una pregunta a uno solo de los guardianes. ¿Cómo puedo salvarme?"

DIARIO IV, PRIMER CAMINO

"La niña ha estado atosigándome durante media hora para que no me llevase una eternidad pensando. Finalmente me he dirigido a uno de ellos y le he preguntado: ¿Sí yo le pregunto al otro guardián por qué puerta tengo que salir que me respondería?... Si este fuera el mentiroso me diría que por esta puerta, y si este fuera el sincero, me contestaría que por la otra puerta... y resulta que me ha contestado que por la otra puerta, con lo cual, sigo adelante mi camino, no hace falta cambiar de umbral, solo hacía falta escoger la puerta opuesta de lo que ellos me contestasen"

"Al fin todo vuelve a cobrar vida... sigo hasta la puerta de embarque pero la niña está a mi lado. ¿Sabes quién soy? Soy un ente, una niña ente... yo no he hecho que desaparecieran las personas, no estés disgustado conmigo... Pienso que es mentira, ella ha provocado todo eso. ¿Cómo te llamas? Me pregunta una y otra vez, ¿No tienes nombre? Eres un ángel caído, ¿verdad?, ¿Eres un ángel sin nombre? ¿Qué hiciste? ¿A dónde te diriges? ¿No me das las gracias por haberte ayudado ha elegir puerta? (Cretina, ni siquiera ha dejado de decir estupideces y cree que me ha ayudado) ¿Por qué eres tan serio? ¿Quieres saber cómo me llamo?"

"Llego a la puerta y entrego mi billete, pido a la azafata que por favor llame a seguridad para que recojan a esta niña. La azafata mira extrañada, yo me vuelvo y la niña no está... Hija de..."

"Una vez sentado en el avión respiro tranquilo, noto que la calma me llama y puedo pensar en mis planes... Necesito armas... ¿Para qué necesitas armas? Pregunta la mocosa que hay sentada a mi lado. Ha vuelto, esa pequeña criatura ha vuelto. ¿Eres mudo? Ya te he puesto nombre, ¿Sabes cómo te llamaré? Te llamaré Casi, eso es, ese será tu nombre. ¿Qué te has hecho en la mano? La niña me agarra la mano izquierda y yo la aparto bruscamente..."

"Casi, ¿Has visto cómo se ve la luna? Así me llamo yo, Casi, me llamo Luna... Me sorprende su nombre, quizás un recuerdo del futuro que ha entrado en el presente... Echa su cabeza en mi hombro y cuando la voy a apartar veo que se ha quedado dormida"

DIARIO V, PRIMER CAMINO

"Ya he llegado a ese mundo horizontal con grandes bultos del pasado. Es triste ver cómo los humanos ven el tiempo como el elemento más importante de sus vidas. Las calles de Egipto son muy oscuras en la noche. La niña pesada ya no está, menos mal. Me dirijo a la puerta trasera de una tienducha que está dos calles más allá del edificio Sheraton. En un rincón un atracador acorrala a una chavala de unos 19 años de edad. ¿No vas a ayudarle? Pregunta el ente endemoniado con apariencia de niña que me ha tocado sufrir. No es mi problema. Avanzo sin mirar atrás y rompo de una patada el cristal de la puerta trasera de la tienda"

"Una vez dentro, el vendedor de armas aparece con una escopeta en la mano y me apunta. Habíamos quedado en que me darías un arma. No te doy nada hasta que la pagues y de camino me arregles el cristal de la puerta. Ese arma no te pertenece, Ese arma sí me pertenece porque la encontré yo... Que seas vendedor de armas no significa que seas ladrón, No te llevarás el arma..."

"Un aplauso interrumpe la escena. El mismísimo diablo aparece sentado en el sillón de ese pequeño hombre. Muy bien, dice con una sonrisa en la boca, al fin te decides a hacer el mal. El hombre se ha asustado y ha apuntado al sillón. Ajam, tienes el valor de apuntar al diablo... El hombre baja el arma y se queda muy serio... Acaba con tu vida, pequeño mortal. Levanta de nuevo el arma y se apunta a sí mismo, a la cabeza, apretando el gatillo y esparciendo los sesos por toda la pared"

"Veo, que vas acompañado por una pequeña amiguita... Tienes que hacer un trabajo, tienes que eliminar a un pequeño santo, un pequeño santo que se ha infiltrado en una banda de contrabando. No quiero ese trabajo y le pregunto: ¿Por qué tengo que aceptar? Porque no existe otra posibilidad, ah, y deshazte de esa mocosa, sólo te traerá problemas, No soy ninguna mocosa y no puedes hacerme nada, ¿Tú crees?, pregunta socarrón el diablo en persona"
MI NUEVA ARMA, UNA ESCOPETA RECORTADA LLAMADA "LUPARA"
TENGO QUE TERMINAR CON LA VIDA DE UN PEQUEÑO SANTO

DIARIO VI, PRIMER CAMINO

"¿De veras vas a matar a esa persona? me sorprendes mucho, Casi, no te veo capaz de hacer esas cosas, normalmente lucharías por todo lo que tú crees y... ¿crees que matando te sentirás mejor? yo plantaría cara al diablo, y le dejaría bien claro que eres un ángel, caído sí, pero ante todo un ángel ¡CÁLLATE!, Está bien, Casi, me callo"

"He ido a ver a Abezi tal y como tenía pensado. Las grandes pirámides me traen recuerdos muy lejanos. A los pies de esos grandes guardianes, en la fresca arena de la noche, iluminado por la luna y por una pequeña hoguera, un hombre toca una guitarra española rodeado por tres mujeres desnudas tumbadas para recibir alegremente la melodía. ¿Estas son tus nuevas perras, viejo Abezi? El hombre deja de tocar y aparta la guitarra a un lado ¿Cómo estas, viejo ángel caído? Sobreviviendo, como siempre. ¿A qué has venido, y quién es tu pequeña amiga? Es una lupara, le contesto enseñando mi arma, No, ángel estúpido, tu pequeña amiga que pretende intimidar más que tu pequeña recortada... ¡Ah! Es un ente que me sigue a todas partes... Abezi me ha indicado asiento y yo lo he rechazado, Tengo prisa viejo, órdenes de arriba... con respecto a lo que ya te pregunté, tiene que haber alguna forma... Abezi ha sonreído, una de las putas que le rodean me ha agarrado el pie y ha empezado a subir hasta tocarme mi mano izquierda vendada, he cogido mi lupara y he apuntado a su cabeza... Viejo, controla a tus perras, Sí amigo ángel caído, parece que tu mano izquierda sigue tan susceptible como siempre.. con respecto a tu pregunta, no es posible, la razón existe para que toda la vida sea una auténtica contradicción, así hay equilibrio, una paradoja, una balanza, y lo más importante, una unión entre el bien y el mal... puedes correr todo lo que quieras pero no encontrarás lo que buscas, ¿De qué habláis, Casi? (Ha preguntado de repente la mocosa) Vaya, tu pequeño ente habla y además es asquerosamente curioso... jejejeje, y además ha puesto nombre al ángel caído más estúpido que conozco, pues nada, Casi, Casi el ángel caído, jejeje, puedes coger tu lupara, tu ente y marcharte por donde has venido... mi pequeño consejo es hacer lo que el señor oscuro te dicte, ya que al fin y al cabo, te está echando una mano.."

"Me he alejado de aquel sitio infesto de aire caliente. Y cerca de la gran esfinge me he detenido, una sombra me sigue hace rato... Pregunto en voz alta: ¿Por qué me sigues, Aloqua? El señor oscuro me ha pedido que te ayude a matar al santo. Vaya, al parecer, eres una mujer muy servidora, si vas a venir conmigo, será mejor que te tapes... Aloqua ha estado siguiéndonos durante todo el trayecto hasta un pequeño callejón donde me he sentado y he esperado al amanecer. Dime una cosa, ángel caído, (A parte de la pequeña mocosa, ya tengo otro diablo a quién aguantar) ¿por qué no te entregas a mí y dejas de sufrir? (No le he contestado, tan solo he decidido concentrarme en la misión de mañana, donde una persona inocente morirá)"

DIARIO VII, PRIMER CAMINO

"Hemos pasado por la recepción del hotel Sheraton sin mirar a nadie... Los tres hemos entrado en el ascensor y hemos pulsado el botón de la última planta. Al fin Aloqua se ha vestido, lo que no puede ocultar son esos ojos rojos llenos de muerte. Yo al menos puedo plegar las alas dentro de mi cuerpo, y la niña, mejor no hablar de ella, nadie la ve y es un privilegio que muchos disfrutan sin saberlo"

"El señor dice que no debes dañar a nadie salvo al topo, ¿vendrás conmigo cuando todo esto acabe?... (Aloqua cree que soy hablador, pero sigo sin contestar)"

"Hemos llegado a nuestro destino, las puertas del ascensor se han abierto, Aloqua se ha acercado a un tipo enchaquetado que vigila en el pasillo y este ha caído en redondo... Creía que no había que matar a nadie, le recrimino... Digamos que soy una chica mala"

"He apuntado con mi lupara al pomo de la puerta y lo he reventado. La niña aguarda muy por detrás nuestra, no hace más que hablarme e intentar frenar mis pasos con sus advertencias... sé que mi mano izquierda le haría caso y detendría todo esto, pero mi mano izquierda no agarra la recortada que terminará con la vida de un inocente"

"Alguien me ha tirado una navaja y la ha clavado en el brazo izquierdo... eso me ha enfurecido mucho, si acaban con mi extremidad izquierda no tendré control sobre mí mismo. Me he acercado y con la culata de mi arma le he partido la nariz. He retirado el arma blanca de mi brazo y lo he clavado en la rodilla de otro atacante que venía a mis espaldas"

"¡Y pensar que venimos a haceros limpieza!, ha gritado Aloqua mientras torcía el cuello de otro pobre diablo, merecido o sin merecer, pero más justificado que nuestra verdadera presa. ¿Quién cojones sois? Ha preguntado un hombre robusto y con ojo de cristal que nos apunta con una uzi al otro lado del pasillo. Los que aseguramos vuestro futuro, contesta Aloqua mientras avanza. Como sigas andando, zorra, te lleno de agujeros, No gracias, dice Aloqua sin frenar su camino, tengo los justos y suficientes. Se escucha un ruido ensordecedor y Aloqua es víctima de una descarga de metralla"

"Yo me dedico a buscar por las habitaciones, tengo la cualidad de ver quién es el infiltrado con tan solo mirar su alma. Pero encuentro desechos de humanos que están hasta arriba de coca y apenas pueden sostener el arma para apuntarme. En una de esas habitaciones veo mi objetivo. Es una chica y también está drogada. Es curioso, está esposada, parece ser que ya se habían dado cuenta y la tienen allí, presa y acabando con su vida. Dispárale, me dice una voz a mis espaldas, es el Diablo. ¡Oh, vamos! En qué piensas ángel caído, mi orden es que acabes con su vida, o acaso pienas follártela antes y luego reventarla en el último suspiro... está bien, yo observaré cómo lo haces"

"Luna está a mi lado y noto cómo me mira... pero yo no dejo de observar a la chica que está encadenada a la cama y con la cara hinchada por las drogas que le han obligado tomar... ¿Por qué me haces eliminarla si ya se habían dado cuenta de que era una agente de policía? Te haces muchas preguntas, demasiadas... tómalo como un regalo, acabarás su sufrimiento"

"Ignorando al mismísimo diablo, he disparado a sus cadenas dándole libertad. Luego la he cogido y me la he subido a mi hombro derecho. ¿Pretendes alargar su sufrimiento?"

"He salido al pasillo y Aloqua, otra vez desnuda, ha interrumpido mi camino. ¿Por qué no la matas? (Esta vez he preparado la respuesta) Cúbreme, arpía, voy a lanzarla por la ventana, la aparto y sigo mis pasos. Eso parece haber divertido a Aloqua y por un momento se ha excitado demasiado, sesgando la vida de otro pobre ser humano, atravesándole el corazón con sus uñas"

"¿Qué haces, Casi? Creía que ibas a salvarla... (La niña no deja de atosigarme, es cansina hasta en los momentos más inoportunos) Casi, tú no estás aquí porque seas un demonio, sino porque caíste del cielo... Empiezo a correr por el pasillo, y cojo velocidad. Todo a mi paso se hace lento y esos pobres bandidos pasan a ser el segundo plato del día, caen lentamente porque Aloqua les está dando un festín de muerte, y luego tendrá que responder ante el señor oscuro, por incumplir una de las normas... aunque yo, yo seré quién de verdad mosquee al señor tenebroso"

"Salto rodeando a la chica en mis brazos y la protejo del impacto contra el cristal, miles de partículas siguen el descenso con nuestros dos cuerpos agarrados... por un momento recuerdo ese cuerpo que tengo tan cerca de mí, algo me hace sentirme fuerte, algo me da seguridad... Desplego mis alas y vuelo lejos, muy lejos"

DIARIO VIII, SEGUNDO CAMINO

"Parece que se está recuperando. Su respiración es lenta, entrecortada... está débil, muy débil, pero saldrá adelante"

"Me ha preguntado varias veces una enfermera que si soy familiar. He vuelto a negar con la cabeza. La sala de espera está casi vacía. Consigo concentrarme lo suficiente para escuchar su respiración, son dos habitaciones más allá, y puedo sentirla, pero estoy perdiendo facultades"

"Luna está muy feliz. No deja de sonreír de oreja a oreja... me llama la atención el hecho de que la veo más transparente que nunca, ¿al fin está desapareciendo?"

"Mi espera ha llegado a su fin. Dos agentes han entrado en la habitación, parece que ya han encontrado a su compañera. Espero que esta vez tengan más cuidado con ella y no la dejen sola en un antro lleno de mierda"

"Sin, ¿ahora qué vas a hacer?"

"Alquilo una habitación cerca del hospital. Intento esperar al mensajero que me desterrará para siempre al mundo de los malditos. El señor oscuro debe estar furioso conmigo... Me sirvo una copa y me siento en el sillón. Miro mi mano izquierda. Se ha soltado la venda de nuevo... Pongo mi lupara en la mesita y me dispongo a pasar la noche en vela. Algo me inquieta: si esa chica estaba infiltrada y llevaba incomunicada varios días, ¿por qué los demás agentes no fueron a buscarla? Hay algo que no me cuadra. El mismísimo diablo pudo detener mis intenciones... Aloqua era fácil de esquivar, pero... Tengo que volver a verla, tengo que asegurarme de que todo está en su sitio"

DIARIO IX, SEGUNDO CAMINO

"La noche de Egipto es silenciosa. Las calles albergan pocas almas, y esas pocas son solitarias y sin destino. Llevo mi recortada debajo de la chaqueta. He tenido que cambiar un poco mi vestuario, ya que mis alas rasgaron mi ropa"

"He llegado al hospital y no he visto a la chica en la habitación, ¿le habrán dado el alta? No, es demasiado pronto, sólo han pasado unas horas... Pregunto a la enfermera y se sorprende al comprobar que no me he enterado de que los agentes de policía se han llevado a la chica. Esto no me gusta. La enfermera me dice que no hace mucho de eso y que no entiende cómo siendo familiar de ella no he estado atento... Dejo por imposible entenderme con esa mujer y salgo a la calle. Miro la azotea de un edificio y subo por las escaleras de emergencia"

"Desde arriba lo tendré más fácil. Cierro los ojos y me concentro. Debe haber muy pocos coches a estas horas. Escucho uno cerca de allí. Agudizo el oído, respiro hondo, abro los ojos y salto al vacío desplegando de nuevo mis alas"

"Duele tener que hacerlo, pero mis heridas cicatrizan pronto. Estoy siguiendo al coche en la oscuridad de una carretera apartada del centro. Lo tengo justo debajo y puedo escuchar la conversación: Ya sabes lo que tenemos que hacer. Siempre nos caíste muy bien, pero son órdenes de arriba. Si no acabamos seremos nosotros los perseguidos. Smith siente mucho las molestias, guapa. Sí, creo que aquí está bien, aparca. El coche se ha detenido y están sacando el cuerpo de la chica. Está muy débil. Son dos policías. Uno de ellos ha abierto el maletero y ha sacado dos palas. Han llevado a la chica a unos cien metros del coche, y luego la han dejado en el suelo. Están cavando su tumba, y cuando digo su tumba, me refiero a su propia tumba"

"He aparecido furioso ante uno de ellos, le he arrebatado la pala y he golpeado su rostro. Lo he dejado inconsciente. El otro agente ha sacado la pistola y me ha disparado a la espalda. Me ha dañado una de las alas... recojo mis alas y me ha vuelto a disparar, esta vez desgarrándome el hombro derecho. He apuntado con mi lupara y le he destrozado el pecho, dejándolo sin vida. ¿Qué haces? Me pregunta histérica la niña. Parece ser que lo ha presenciado todo, el ente llamado Luna no hace más que ponerle voz a mi mano izquierda. He recogido a la muchacha y me la he llevado en brazos"
LEJOS DE ESTA CIUDAD, DOS AGENTES ESTÁN CAVANDO SU PROPIA TUMBA

DIARIO X, SEGUNDO CAMINO

“Me despierto. Estoy en una casa, es mi casa. No hay ruido, no escucho nada. Pero se que al pisar la cocina ella estará ahí. Estoy vestido como ha ella le gusta. Me miro delante del espejo de mi baño, sí, estoy en casa. Giro de nuevo y sigue allí, está en la cocina haciendo esa pasta tan buena. Sigo mirándome en el espejo, soy más joven, parezco feliz. Intento decirme algo pero no emito sonido. Sólo veo mis labios moverse. Voy a la cocina y ella sigue allí. Me dice algo, no se lo que me dice. ¡Ah! Sí, que voy a llegar tarde al trabajo. Cojo los libros y me miro de nuevo en el espejo. Ya no tengo los libros. Piso la cocina y ella no está. Escucho un tren, escucho un tren frenando, es lo único que escucho. Corro por las vías del tren y la veo a lo lejos. Me despierto”

“He tenido este sueño durante varios días seguidos. La chica está mucho mejor desde que la salvé de esos agentes de policía. Nos hemos escondido en unos almacenes abandonados. ¿Estás bien? (Me pregunta por mi pesadilla) ¿Cómo es que sólo tienes una cicatriz? (Toca mi espalda, yo me aparto) ¿Quién es Smith? (Le pregunto) Por fin hablas, es difícil de explicar. Somos… era de un departamento de agentes que se dedicaba a infiltrar a los mejores en bandas organizadas. Smith es el que mandaba todas las operaciones. Cuando yo me infiltré todo iba bien hasta que perdí el contacto con mis compañeros”

“El primer día que nos escondimos, ella intentó curar mis heridas pero tuve que apartar sus manos. Ahora se ha quedado mirando mi cara. Temo que quiera acercarse, ¿es su forma de agradecerme que la haya salvado? Dirige su mano a mis labios. ¿Por qué me has salvado? ¿Te recuerdo a la de tu sueño? (Se ha pasado, tendría que haberla dejado morir… me alejo y le digo que nos vamos en una hora)”
UNA IMAGEN CONFUSA

DIARIO XI, SEGUNDO CAMINO

“El mercadillo está atestado de gente que se empuja por encontrar las mejores ofertas del vendedor más generoso. He buscado un buen rato y he visto a un viejo arrugado y con ganas de probar las mejores frutas de Egipto. Abezi, le digo, tengo algo que preguntarte… y lo he cogido por la camisa tirándolo hacia el suelo. La gente se ha quedado asustada mirando la escena. La muchacha se ha sorprendido de mi acción. No hacía falta tirarme al suelo, ¿me estás provocando?, En cierta manera, me estoy vengando de algo que ya sabías y no me previniste. Está bien, no me he portado del todo bien contigo. Digamos que soy un demonio consejero y me he saltado las reglas, pero no olvides, ángel caído, qué soy y qué eres tú, porque jamás encontrarás descanso si yo chasqueo un dedo y jamás tendrás felicidad si tú mismo sigues con esa actitud. Se ha levantado del suelo y ha empezado a calmar a la gente diciendo que era un malentendido. Parece que ha aprovechado el tumulto para repartir cierta tarjeta publicitaria de un local que tiene por allí cerca. Luego hemos andado juntos”

“¿Es la muchacha infiltrada? Sí, le contesto. Dile que no se me acerque mucho. Indico a la muchacha que camine unos pasos por delante. Viejo amigo Casi, ¿dónde has dejado a esa niña del mundo de los sueños? No lo se, Abezi, lleva tiempo sin aparecer… ¡Unm! Eso me da que pensar, No he venido a hablar de esa niña, sino de la muchacha. Cuando entré en la habitación del Sheraton, ya sabían que era una agente infiltrada y la tenían retenida… el señor oscuro lo sabe todo, ¿por qué no me advirtió de ello?”

“Abezi ha mordido una manzana, y luego ha suspirado. Casi, ¿te puedo llamar Casi?, sí, te puedo llamar lo que se me antoje… el diablo lo sabe absolutamente todo, es el jugador más experto en hacer trampas. La chica recibió órdenes de sus jefes, pero no directamente de uno de los que está aquí en Egipto. Fueron órdenes del extranjero, de alguien superior. Ese que dices que reside aquí debe ser Smith. Sí, exacto, estos americanos vienen a todos sitios y la avaricia les pierde, por eso me caen bien. Smith ayuda al contrabando aquí en Egipto. ¿Cuál es su mercancía? ¿Cuál? Jejejeje… bonita Lupara llevas ahí, joven ángel. ¿Las armas? Sí, las armas... todo es un lento proceso hacia la tercera guerra mundial. Entonces, quieres decirme que… Smith se dio cuenta de que ella se había infiltrado donde no debía y decidió eliminarla. Está claro, ¿no?”

“¿Cómo salgo de Egipto?”

“Cargándote a Smith, sino, no te dejará coger un avión… y no pienses en irte volando, no llegarías muy lejos”

“¿Por qué el señor oscuro no me ha enviado a alguien?”

“Te lo he dicho antes, porque se divierte jugando”

DIARIO XII, SEGUNDO CAMINO

“No puedes hacerlo… te pueden hacer daño y…”

“Sí puedo y no me pueden hacer daño. Te vas a parecer a Luna. (La muchacha intenta convencerme de que no mate a Smith) ¿Quién es Luna? No tiene importancia”

“Preparo mi arma y me dispongo a salir de los almacenes donde nos estamos escondiendo. Ella me agarra el brazo izquierdo y me frena. Baja la mano y me toca la venda de mi mano. Se la aparto bruscamente. Ese hombre te ha hecho mucho daño… No puedes ir por ahí matando a gente, eres bueno. Suelto una medio sonrisa y la aparto de mi camino. Yo iré contigo, (Quiere venir…) Está bien, le digo, ven y ayúdame. La llevo a un pequeño cuartucho del almacén donde hay varias estanterías llenas de polvo. Dame de esa estantería munición que he escondido para la Lupara, coge tres cartuchos. La muchacha me ha obedecido y me ha dado la espalda. La he golpeado dejándola inconsciente. Antes de abandonar aquel lugar sombrío la he acomodado en un colchón viejo”

“Cuando me he alejado del lugar Luna ha aparecido. Es pronto para que aparezcas, todavía está atardeciendo… Luna ha sonreído porque es la primera vez que bromeo con ella. No puedes ir, Casi… esta vez no quiero frenarte para que no mates ¿no te das cuenta de lo que te está pasando? (Me paro y la miro por última vez) ¿Que soy un ángel caído y eso me convierte en alguien que dejó de ser bueno?... No, Casi, que tu bondad supera a tu maldad e ignoras algo que te está pasando. Eso cuéntaselo a otro. Casi, tengo que decirte algo importante antes de que te vayas. (Paso de la niña y sigo andando)”

“Vuelve a aparecer delante de mi. Estás dejando de ser un ángel caído. (Me paro) Tus cicatrices lo demuestran y el que no puedas verme tanto tiempo como antes también. Parece que te están perdonando”

DIARIO XIII, SEGUNDO CAMINO

“Ayer tuve una noche ajetreada. Estuve en las oficinas del registro buscando el lugar donde vive Smith. Pude comprobar que mis alas no responden, y también estaba agotado, cansado… quise ser más humano de lo que ya soy. Tal vez Luna tenga razón”

“Estoy delante de la casa de Smith. Son las tres y media de la tarde… un coche aparece al principio de la calle. Me doy prisa y rodeo la casa”

“Smith ha aparcado y los niños se han bajado del coche. Venga, dadle un beso a vuestra madre, se escucha a lo lejos. Smith ha entrado en casa y se ha detenido al verme. Estoy apuntando a su mujer con mi arma. ¡Suéltala! Grita ese hombretón de metro noventa y bastante ancho de espaldas. Si te calmas, no le pasará nada, digo sin dejar de apuntarla. Los niños están muy asustados, les he dicho que se sienten en el sofá. Ordeno a Smith que se meta en el coche y me espere dentro. Doy un aviso de muerte a la mujer y los niños, salgo a la calle con mi lupara bajo la chaqueta y entro en el coche. Ordeno a Smith que conduzca hasta las afueras”

“Le indico donde están los almacenes. Aquí es donde nos hemos estado escondiendo, seguro que has registrado todo Egipto pero has pasado por alto este lugar, ¿Qué quieres de mí?”

“Hago que baje del coche y lo arrodillo bajo el sol abrasador de Egipto. Gente como tú hace que este mundo vaya a peor, si tengo que esperar a que te condenen, y viendo el puesto de trabajo que tienes, jamás se hará justicia… incluso acabarás con la vida de inocentes, como la vida de esa chica. Tú no eres diferente a mí, interrumpe Smith, has matado a dos agentes de policía, a uno le hundiste la nariz y se ahogó en su propia sangre, al otro le disparaste con esa arma, ¿es digno de alguien que defiende el bien?, no, yo creo que no… todas estas cosas ocurren cuando dos iguales se cruzan por el camino, y tú y yo, nos hemos cruzado, si me miras a mí, te estás viendo en el espejo. ¡Cállate! yo no tendría que hacer esto si tú hubieras olvidado a la chica, ella es la verdadera inocente, cierra los ojos”

“¡Por favor! ¡Mis hijos, mi mujer!... Smith llora, ese hombre grande, jefe de un cuerpo de policía, conspirador de la ley, propulsor de una de las mayores redes de ventas de armas en el mundo, padre de dos niños y marido de una mujer, amigo de sus amigos, trasnochador y cliente frecuente de los locales de putas, hijo de una madre que murió de cáncer, hijo de un padre que murió estando de servicio… llora a mis pies suplicando por su vida, acordándose de su familia, y diciendo que ya no hará daño a nadie”

“A partir de ya dejarás de perseguirnos. Saldremos del país a una hora que a ti te dará igual. Desapareceremos y la dejarás vivir hasta que de verdad llegue su hora, todo eso a cambio de nuestro silencio. Dejo de apuntar a Smith y voy camino de la puerta de los almacenes. Noto un impacto en mis costillas. Smith tenía escondida un arma… no me esperaba eso, ahora tendré que matarlo”

“Caigo al suelo y espero a que mi fuerza de ángel cure pronto la herida. Sigo esperando pero parece tardar más de la cuenta. Smith se acerca, me da la vuelta de una patada y me pone mirando al sol. Ahora me toca a mí hablar: si tengo familia es porque me salva de algunas situaciones como ésta, pero no cambio por nada del mundo el dinero que gano en este negocio. No se cómo cojones seguiste a mis agentes y ni me imagino de dónde te vino la información del piso en el Sheraton. Yo, como jefe del cuerpo, y porque me quedan algunos escrúpulos, tenía a esa hija de puta con vida, pero como traficante de armas, quería que su vida acabara en alguna sobredosis accidental… pero resulta que (me propina una patada en la cara) apareciste tú, un don nadie sin nombre que pretende acabar con una de las mayores organizaciones de este mundo egoísta que te come poco a poco a menos que uno actúe por su cuenta”

“Smith ha apuntado a mi estómago y ha vuelto a disparar. Siento el dolor, me ha cogido de la camisa y me levantado. Casi no puedo apoyar mis pies… intento coger mi arma pero me golpea en el rostro y me vuelve a dejar caer. Me arrastro hacia mi recortada y Smith me sigue de cerca pateando de vez en cuando mi cuerpo”

“La veo sonreír en la cocina. La veo sonreír viendo esa serie de la tele que tanto nos gusta. La veo en la playa tirándome arena para obligarme a bañarme. La veo sentirme dentro de ella, esa cara tan linda que expresa el amor mutuo. La veo decir adiós, la veo decir adiós para siempre…”

“¿Dónde está mi arma? Smith la ha apartado de mí. Ya sólo queda que me apunte a la cabeza y termine el dolor de este ángel caído que ha vuelto a la vida, una vida breve, pero que ha merecido la pena. ¡No! no puedo morir, si me mata, ella morirá. Intento levantarme pero me es imposible. Mi torturador me está apuntando a la cabeza, me rindo al ruido de una bala, y finalmente la escucho”

“Smith cae a mi lado muerto de un impacto en la cabeza. A pocos metros, la muchacha llora blandiendo sin fuerzas la lupara que Smith apartó de mi cuerpo. Ella llora y deja caer el arma arrodillándose cerca de mí. ¡Aguanta! me dice, ¡aguanta!”

DIARIO XIV, SEGUNDO CAMINO

“Estoy sentado frente al doctor. Le pregunto una vez más y me dice que es una percepción falsa provocada por un trastorno. Dice que debe ingresar en el hospital y yo me niego”

“Llego a casa… está en el dormitorio dormida. Se despierta al verme, Hola cariño, me dice, la he vuelto a ver. Me sorprendo ante tal declaración tan sincera, se lo cree de verdad. Escúchame, he estado hablando con el doctor y piensa que deberías internarte una temporada… ¡Yo no estoy loca, me entiendes, no estoy loca! cómo te lo tengo que decir, me he levantado y al mirar en el espejo estaba ahí esperándome de nuevo. Estaba desnuda y me sonreía, y mientras, la persona que quiero sigue creyendo que no existen los demonios… te paseas por ahí vendiendo libros con esa amiguita tuya sin preocuparte por mí”

“Me despierto. Me duelen las heridas. La muchacha me salvó la vida. La vida humana, es como si hubiera vuelto a nacer. Han pasado muchos días en los cuales me debatía entre la vida y la muerte, pero al fin me recuperé en Egipto y pudimos salir de allí para llegar a España. Aún me quedaba fuerza de ángel, y por eso pude expulsar las balas de mi cuerpo, pero ahora ya he perdido todo lo que tenía de ese ser celestial caído de los cielos”

“Me levanto de la cama y miro mi mano izquierda. Sigue vendada, parece que me ha respetado mientras estuve inconsciente. Llego a la cocina y la veo allí haciendo el desayuno. ¿Cómo te encuentras? Mejor, le contesto. Me acerco y de forma patosa la ayudo”

“Después del desayuno y de nuestros silencios, se dirige al cuarto. Yo la observo y creo que algo intenta decirme. La sigo y está en la cama desnuda. Me detengo en la puerta. Me mira… Yo me acerco y me abandono a su cuerpo. Le beso el cuello y acaricio sus cabellos. Ella me abraza con cuidado para no lastimar mis heridas. Beso sus labios mientras recorro sus pechos con mis dedos. Se da cuenta de que no utilizo la mano izquierda. Intenta que participe, pero aparto mi extremidad dejándome caer sobre ella. Noto bajo mi ropa su cuerpo caliente. Ella me desnuda. Noto como su sexo se roza con el mío. Está húmedo. Me acerco aún más y me fundo con ella… somos uno, todo lo demás desaparece”

“Tendremos que buscar trabajo… de momento no han bloqueado mi cuenta, puede que me den por muerta. ¿Qué se te da bien? (Esa pregunta me coge por sorpresa, tardo en contestar…) Supongo, que se me da bien vender libros. He hablado con algunos compañeros de confianza para que me den alguna identidad y viviremos aquí. De momento solo podemos estar de alquiler”

“Se levanta y abre las ventanas. La catedral de Sevilla se muestra majestuosa como una de las vistas más bonitas del país. ¡Voy a darme un baño! me dice. Está muy alegre, yo estoy alegre. Ven, le digo. Ella se acerca y le doy un beso en la frente. Ya no tengo que protegerte más. Protégeme siempre, me dice”

“Estoy en el salón, pongo la tele. Sólo veo guerras, destrucción… me paro en un canal de dibujos animados. Me gustan los dibujos porque me hacen recordar la infancia”

“Hace rato que no sale del baño. ¿Me estará esperando de nuevo? Quiero fundirme con ella otra vez. Dejo la tele encendida... Llego a la puerta entreabierta, el vapor me sorprende, el agua sigue caliente. Entro y la veo allí con los ojos abiertos mirando al techo. Corro hacia ella y la abrazo mojando toda mi ropa. ¡No, no, no! ¡Otra vez no! Sus muñecas están abiertas, su pulso es muy bajo. La sangre corre por el borde de la bañera. Lloro y no puedo soportarlo. Ella parece mover los labios sin vida. Me intentan decir algo”

“El señor oscuro estaba enojado contigo, y qué mejor forma de vengarse. Me giro enfurecido hacia esa voz conocida. Aloqua está de pie mirando la escena. Lástima que te la follaras a ella y no a mí, yo te hubiera dado más calor. Mis ojos están llenos de furia, no puedo hacer nada contra esa criatura siendo humano. Miro en el lavabo, hay pastillas que me han estado sirviendo para calmar mi dolor durante estos días. Las cojo todas y todos los medicamentos que encuentro para mitigar mi dolor. Abro el grifo y descargo mi muerte en mi boca con todas esas pastillas que trago sin parar. Al final parece que te vas a entregar a mí, dice Aloqua con cierto tono de ironía. Me meto en la bañera y abrazo el cuerpo sin vida de la mujer a la que no he podido proteger. Me quedo allí con ella, Aloqua se ha marchado. Estamos los dos solos. Dos cuerpos que se van poco a poco al mundo de los sueños. Me voy contigo, espérame, le digo sin dejar de abrazarla en esa agua de corrientes fúnebres”

DIARIO XV, TERCER CAMINO

“Un dolor latente me hace despertar. Estoy empapado en agua azulada. Miro hacia arriba y solo veo un cielo color púrpura. No hay sol, no hay nubes, sólo luz de un día gris con la luna de fondo”

“Salgo de la bañera, estoy empapado. Todo lo que me rodea es desierto. Una bañera en medio del desierto… Ella no está”

“Tengo un leve pitido en los oídos. Ando hasta lo que parece un barranco. Al asomarme, una cascada con agua roja llena el río que está veinte metros más abajo”

“Este es el mundo de los sueños. El lugar de los perdidos. No se a donde dirigirme. Cada persona ve las cosas diferentes en este mundo, depende de tu subconsciente y tu vida pasada. Quizás yo sea el único que pueda ver esta cascada”

“Ando un buen rato y veo a lo lejos en el cielo, fragmentos de asfaltos y carreteras retorcidas. Parecen adornar el horizonte como si de una pintura abstracta se tratara”

“Hay una cafetería. Entro”

“Te estaba esperando, me dice alguien desde una de las mesas. Me acerco a él y es un tipo con gafas, tiene pinta de leer mucho más que yo. Me hace una señal para que espere de pie un momento antes de sentarme. Coge un pañuelo y limpia mi asiento. Ya, acomódate”

“Viene una camarera, tengo mucha hambre pero ese tío raro se me adelanta. Yo quisiera esas tortitas que hacéis con miel, pero sin la miel… y por favor, no destrocéis las tortitas, me gustan redondas, no les echéis azúcar, gracias. Me quedo un rato escrutando el rostro feliz de ese individuo y luego me vuelvo a la camarera: Una hamburguesa completa con patatas”

“¿Por qué me estabas esperando? El tipo ordena los tenedores (suyo y mío) y los cuchillos… Verás, (intentaré escucharle) quieras o no, eres tú mismo el que estás perdido y tú mismo el que me has creado, lo que quiere decir que partiendo de la base que soy una simple imaginación, no puedo hacerte daño, pero sí puedo resolver tus problemas porque al fin y al cabo, es lo que todo el mundo hace para solucionar algo… es decir, siempre que hay un problema hay que idealizar una solución, no se busca una solución después de haber pensado en el problema, ¿me vas pillando?, No, le contesto, Yo soy tu solución”

“Se ha quedado comiendo las tortitas con un estilo y una finura que me han puesto malo de los nervios. Como el tipo irrisorio ha enmudecido desde su gloriosa explicación, me he levantado para marcharme”

“No te vayas (me dice el capullo) si quieres volver a verla querrás que te lleve donde está, ¿no?”

DIARIO XVI, TERCER CAMINO

“Un lago con aguas cristalinas nos separa de una casa. A medida que nos acercamos, me suena más y más ese lugar. ¿Alguna vez te has arrepentido de algo en tu vida que sabes que te marcará para siempre? (No contesto) Pareces poco hablador… mira esa casa de ahí, tan sola, tan triste… ¿sabes por qué se le tiene cariño a una mascota? (Pienso que este tío está loco) Es muy sencillo, se le tiene cariño porque te tienes cariño a ti mismo, necesitas mimarlo por y para ti… cuando acaricias y dices cosas bonitas a un perro por ejemplo, crees que no tiene nada que ver con el egoísmo, sino que lo haces de forma desinteresada, para que ese animal lo reciba meneando el rabo… muy al contrario de lo que se piensa, lo haces para saludar esa parte bondadosa de cada uno que en ese momento se convierte en metáfora siendo el recipiente un simple animal… ya hemos llegado”

“Hay una pequeña barca que nos ayuda a cruzar el lago. El tipo con gafas ha sido muy cuidadoso de no mojar sus ropas, ha limpiado mi asiento y el suyo, y se ha puesto a remar. ¿Has perdido tus memorias o simplemente las ignoras? Como vuelvas a hablar de algo mío te hundo la nuez”

“Se ha quedado callado después de eso. El agua se está volviendo de color rojo. No entiendo este lugar, no se lo deseo a nadie. De pronto, he visto algo que me ha llamado la atención… son unos cabellos claros ondulando en ese lago sangriento. ¡Para! ¿Qué pasa? He visto a alguien ahí abajo. ¿Alguna de tus amantes o la chica que estás buscando?... o a lo mejor una desconocida”

“No dejo de mirar las aguas. He visto que una mano ha salido a la superficie, (¡está viva!)... me he tirado al agua de cabeza y he sentido el frío en mis huesos. He mirado a un lado y a otro, el agua está sucia, apenas consigo ver nada. Me he sumergido todo lo que mis pulmones han aguantado pero ha sido en vano. He dado mi búsqueda por imposible y me he acercado al bote. Me ha tendido el brazo para ayudarme a subir. Una vez arriba y empapado no es él quien está en el bote, sino ella”

“Me he asustado. Delante de mí, no está esa muchacha que salvé la vida en el Cairo, es una persona de un pasado más lejano”

“¿Me dejaste morir? (Me dice mientras ladea la cabeza, ella también está de pie, mojada y lleva un vestido negro) ¿Me dejaste morir?”

“No se qué decir. Esta vez sí quiero hablar pero no tengo palabras…”

“Escupo el agua cristalina. Estoy tumbado en la barca medio inconsciente y mi compañero de viaje me pregunta una y otra vez si estoy bien. Me he tenido que tirar por ti, espero que lo tengas en cuenta"

"Ya hemos llegado, a partir de aquí entras tú solo, esa casa es cosa tuya… ten mucho cuidado, a veces no vemos más allá de lo que tenemos delante”

“Me bajo de la barca y me dispongo a entrar en mi pasado. Esta vez no morirás”

DIARIO XVII, TERCER CAMINO

“Escucho voces en el cuarto de arriba. Subo las escaleras que tantas veces había subido en el pasado. Entro en la habitación y estoy yo discutiendo con ella:

- Solo te he dicho que no tengo muchas ganas y no me ha gustado el tono de conformismo
con el que has contestado.
- Yo no he contestado con ningún tono, solo te he dicho que vale- reprocha ella.
- Empiezo a comprobar que nunca nos vamos a entender- añado sin mirarla.
- ¿Quieres decir algo?- pregunta.
- Estoy diciendo algo evidente.

Desaparecen como dos sombras en la noche. Ya no están en la habitación. Ahora escucho la tele en el salón”

“Están viendo la serie que tanto nos gustaba. Ella se abraza a mí, apoyando su cabeza en el hombro. Me acerco al sofá y con mi mano izquierda intento acariciar su cabello. Antes de hacerlo, observo mi venda y freno la mano. Mi otro yo besa su frente. Es el momento de ellos, no el momento de mi recuerdo. Desaparecen…”

“Escucho un ruido de un tren. Están… o estamos en la cocina. Discutimos de nuevo:

- Teníamos que mudarnos tan cerca de las vías del tren.
- Es lo único que podíamos hacer- le añado.
- Podríamos haber esperado y tener una casa mejor.
- ¿Esperar hasta cuándo?

(Llaman a la puerta)

- Hay la tienes- dice ella.
- ¿A qué te refieres?
- Tu compañera de trabajo, ¿no?
- Sí, eso mismo, mi compañera.
- Pues vete a vender libros con tu compañera de trabajo.

Desaparecen, la cocina se queda vacía. Escucho un grito en el cuarto de baño”

“Ella se sienta encogida en el suelo aterrorizada. ¿Quién eres? Aloqua está de pie junto a ella. Tengo que llevarte, le dice. Todo se oscurece y se ilumina por intervalos. Aloqua me mira y sonríe antes de desaparecer. ¡Me ha mirado! Se supone que yo no estaba allí, con lo que ha mirado al presente. Esto no me gusta”

“Salgo por la puerta de la casa. Ya no hay lago, es una zona residencial, sigo en el sueño del presente. Me veo a mí montándome en el coche de una chica. Me acerco:

- ¿Qué nos toca hoy vender?
- Un auténtico rollo, la Biblia- contesta la chica.
- Prefiero las novelas históricas.
- ¿Y qué crees que vamos a vender hoy?

El coche se pone en marcha. Entro en la casa de nuevo, está vacía… espero a que alguien la ocupe. Miro las cosas de ella, abrazo sus vestidos y siento su olor. No puedo soportar ver más, tengo que irme, creía que todo esto lo había superado”

"Pero todavía quedan cosas por ver..."

DIARIO XVIII, TERCER CAMINO

“Salgo de la casa y veo que llega el coche. Está la chica y yo en el asiento del copiloto. Antes de que mi yo se baje del automóvil, la chica se le ha quedado mirando, y cuando ha ido hacia él… o hacia mí, ha recibido un beso en los labios, corto pero sin reproche”

“Otra vez dentro de casa:

- Te he dicho que he visto a un demonio en casa y que no me lo estoy inventando… ¿por qué no me crees?
- Un momento- dice mi recuerdo y espera a que pase el tren que no los iba a dejar hablar.
- ¿Un momento qué? ¿a que pase el estúpido tren? ¿es más importante el tren que creas que estoy loca? ¿qué te has creído? ¿por qué sigues viniendo a casa? Vete con tu amiguita a su barrio y así no tiene que venir a recogerte todos los días, esa putita te quiere, ¿no lo has visto todavía? ¿o ya te la has tirado?
- ¿Te estás escuchando?
- ¿Otra ilusión mía?- ella llora y se marcha al sofá.

“Mi recuerdo se ha ido de casa después de la discusión. Yo me he quedado y me he acercado al sofá. Ella está tumbada llorando. Me he quitado la venda de mi mano izquierda y la he acercado a su rostro. Me ha visto, sé que lo ha hecho y ha sonreído. Al menos me siente, estoy seguro. Acaricio su pelo, su cuello y ella deja de llorar. Lo siento, lo siento mucho”

“Aloqua la mira fijamente. Ella ya no le teme. Se ha ido al dormitorio y se ha puesto el vestido negro. No estoy en casa, mi recuerdo está vendiendo libros, pero eso no me impide gritar aunque no me escuche. ¿Qué haces? ¡No lo hagas!... esta vez no me siente, parece que Aloqua disfruta con todo lo que está pasando. Ella baja las escaleras y sale por la puerta trasera de casa. ¡No!... me pongo a su lado y la intento detener pero es imposible”

“Se dirige a las vías del tren. He hecho miles de esfuerzos para que me vea y se detenga, pero la presencia de Aloqua es más grande. Ese demonio se le aparecía y yo no la escuché. Creía que estaba loca, la abandoné, no pude ser lo suficientemente fuerte como para creer en ella… Escucho el tren a lo lejos”

“No puedo dejarla esta vez. Me acerco y la miro a los ojos. Ella se pone de espaldas a las vías. Ahora sé que me ve, y la intento detener, pero por mucho que haga noto esa sonrisa de seguridad que tanto me gustaba en ella. Esa sonrisa que me anunciaba que algo lo haría por encima de todo. Se agacha y se tumba en las vías boca arriba”

“Veo que se acerca el tren. No puedo verlo… ¡Levanta!, por qué la vida es así, por qué he sido tan estúpido… Vamos, vuelve a ese sofá, sigue conmigo, a los momentos más felices, ¡levanta! Doy un grito mientras cierro los ojos y es lo último que escucho junto al sonido del tren pasando ante mí”

DIARIO XIX, TERCER CAMINO

“Me quedo en esa casa del pasado. Compruebo que todo lo que he visto se repite de nuevo. Intento evitarlo una y otra vez. El tiempo pasa y yo casi ni me doy cuenta. Cada vez que todo vuelve al principio, deseo que llegue la parte en la que la dejo sola en el sofá, para hacerle compañía desde el mundo de los sueños. A veces intento avisar a mi yo de que no se vaya, de que la salve, pero es inútil. Sólo soy un pésimo observador de mi pasado que intenta cambiar las consecuencias de una catástrofe sin solución. ¿Cómo me hice ángel? ¿Cómo me convertí en ángel caído? Poco a poco olvido mi propio pasado más reciente… el señor oscuro quiso convertirme en ángel caído para divertirse de nuevo… Aloqua estaba allí, vio a mi novia antes de que yo fuera ángel… seguro que todo era un plan para algo, pero no termino de comprenderlo”

“Ya no tengo fuerzas para salvarla. Ese pasado cíclico me está consumiendo. Me siento junto a la cama y espero que pasen las horas. Pero algo cambia, escucho que alguien sube las escaleras. Es Aloqua, lo sé”

“Hola, pequeño Casi, ¿no es así como te llamaba esa estúpida niña? Bueno, lo de pequeño lo has añadido tú, le contesto con desgana. Te has quedado encerrado en tu recuerdo. Déjame en paz, suelto sin mirarla. A tu novia no la podrás salvar nunca… pero quizás te hayan dado otra oportunidad para salvar a esa chica que se está muriendo en la bañera lentamente”

“(¿Qué chica? ¿De quién me habla? ¿Me toma el pelo?) Pareces sorprendido, será mejor que salgas de casa. No haré caso al demonio que me arrebató lo que más quería. Fuiste tú, Casi, tú la dejaste morir, yo solo soy el demonio que encarna el suicidio…”

“Bajo las escaleras, ¿qué chica? Es verdad, yo salvé a una chica y luego… mi pasado me está consumiendo y ha hecho que olvide algunas cosas. En el último escalón veo una persona que me espera en la puerta. Sus ojos lloran sangre. Creo que lo conozco. Es uno de los ángeles que conocí el primer y último día que pisé el cielo, luego, este mismo ser me desterró a la tierra”

DIARIO XX, TERCER CAMINO

“No puedo estar mucho tiempo aquí, me dice, mis ojos sangran porque esta no es mi realidad. No puedo dejarte salir, eres peligroso”

“¿Y por qué? le pregunto, ya no soy siquiera ángel, tú mismo me desterraste, ¿tengo algún valor? Ya no soy nadie”

“En este mundo puedes ser lo que quieras, confórmate con eso…”

“Ah, ¿sí? por qué me desterraste, cual era el motivo, crees que voy a hacer caso a tus palabras… digo entre la afirmación y la interrogación”

“Nunca debiste convertirte en ángel. Ella debe morir y vagar eternamente por el mundo de los sueños”

“Te refieres a la chavala que salvé… Nadie va a decirme lo que debo y no debo hacer”

“Me retiro pacíficamente y subo las escaleras. Llego a la habitación. Abro la ventana. Arrastro la cama a la pared despejando el cuarto. Me acerco al espejo del armario. Me miro unos instantes antes de darme la vuelta. (En este mundo puedo ser lo que quiera) Empieza mi carrera hasta la ventana. La veo de nuevo llorando en la cama, pero no dejo de correr. Miro al frente y salto”

“Abro mis alas y vuelo alto. El tipo con gafas me ha saludado desde la barca. Vuelvo a ser ángel en este mundo de los perdidos. Sigo viendo esos fragmentos de carreteras que ocupan parte del cielo. Ahora el cielo está rojo, custodiado por una luna redonda y gris”

“Noto un impacto, el ángel de ojos sangrantes me arrastra hacia abajo. Me está llevando al suelo a una velocidad de la que no puedo escapar. Antes de caer a tierra firme hemos atravesado uno de los asfaltos tan variopintos que pueblan el cielo. Finalmente impactamos en el desierto. No deja de golpearme, cojo sus puños y lo lanzo hacia atrás”

“Estás en desventaja, le digo, apenas puedes ver… Me doy la vuelta y me marcho lentamente”

“¿Crees que te voy a dejar marchar tan fácil? Mira quién tengo aquí”

“Tiene a la chica. Ese estúpido sentenciador, tiene a la muchacha”

“¿Y si es una imaginación mía? Le digo. Claro, ángel caído, me contesta, de eso se trata, todo este mundo refleja tu vida pasada, y al recordarla, la traes al presente… si es una imaginación tuya no te importará que la borre de tu mente”

“Levanta un brazo para terminar con ella”

DIARIO XXI, TERCER CAMINO

“Veo que la muchacha está débil en brazos de ese ángel de los cielos. Doy un paso hacia ellos”

“No te acerques, su vida acaba aquí”

“Te equivocas… me lanzo con todas mis fuerzas hacia delante y golpeo el rostro del ángel. La cojo antes de que caiga al suelo. La tumbo con cuidado y miro al sentenciador. Tienes que sacrificarla, me dice, esta mujer llevará al anticristo”

“Me estás mintiendo, si fuera la madre del mal, el demonio no habría querido matarla… Estamos en este mundo de los caídos por culpa de Aloqua”

“¿Quién es el bueno aquí? Me pregunta el ángel de ojos sangrantes. ¿Ella?, la inocente agente de policía que se infiltró para acabar con el crimen, ¿el demonio? que jugó contigo para divertirse, Aloqua, mandada por el demonio para destruirte a ti, y finalmente salvarla a ella…”

“¿Qué estás diciendo?”

“Digo que esa mujer no ha muerto aún… y debe quedarse aquí para siempre”

“El sentenciador corre hacia mí. Me coge del cuello y sube mi cuerpo un palmo del suelo. Me está ahogando. No puedo respirar”

“Todo tiene un fin…”

“El ángel de ojos sangrantes ha cesado en su intento por estrangularme. Aloqua ha atravesado su pecho desde la espalda”

“Vamos Casi, sálvala”

“Alqua me ha salvado la vida, irónico… No lo entiendo, no se por qué la historia se contradice, pero sí se algo, no puedo dejarla morir”

“Cojo a la muchacha en brazos. Noto su cuerpo pesado y vacío. La aprieto contra mi para darle calor y avanzo hacia la bañera. Con cuidado la sumerjo en el agua. Me quedo sentado fuera junto a la bañera mirando su rostro. Tienes que vivir, le digo”

“Acerco mi mano izquierda y rozo sus labios con mis dedos. El índice recorre todas sus facciones dibujando cada línea de su cara. Despierta en el otro mundo, susurro. Apoyo mi mano abierta en sus cabellos y la sumerjo por completo”

“Ella intenta salir pero yo no la dejo, tiene que morir aquí para despertar allí. La muerte es el paso entre dos mundos, y este mundo no es el tuyo. Su agonía cada vez se hace más débil, su fuerza disminuye, sus manos se quedan levemente apoyadas en mi mano izquierda… ya estás allí”

“Estaré en este mundo para siempre y ese es el peor sufrimiento que existe. La incertidumbre es una virtud que tienen los humanos… yo ahora tengo la eternidad”

“Me acerco al cuerpo del ángel, aún sigue aquí. ¿Por qué no vuelves a tu mundo? le pregunto… Está apoyado en una roca, ciego por completo y con ganas de aclararme algo. Ella, ¿ha vuelto al mundo de los humanos?, Sí, le contesto. Escúchame… me agarra de los pies en un último esfuerzo por confesarme algo… eres el portador del bien y del mal, primero vino el bien pero el señor oscuro lo eliminó, ahora has abierto la llave del mal… eres el único que podía impedirlo, por eso la única forma de traerte al mundo del olvido era persiguiendo a esa chica en su suicidio”

“No te entiendo… Te lo explicaré de otra forma… hace tiempo estuviste con una mujer víctima de Aloqua, se arrojó a las vías del tren… tú nunca lo has sabido, pero depositaste en ella la semilla del bien, ¿Estaba?... Sí, ella llevaba la salvación, nunca te lo dijo, pero engendraría el equilibrio junto con la semilla que has depositado en la muchacha que acabas de mandar a la tierra, Quieres decir que… Sí, ella no lo sabe aún, pero lleva dentro al niño que destruirá el mundo”

“Caigo de rodillas al suelo. Soy el padre del equilibrio y el demonio eliminó la parte buena. Yo iba a ser padre de un niño que daría continuidad a la vida que conocemos hoy día. No, me dice el ángel, era una niña, el bien estaba en la niña que nunca tuviste porque Aloqua intervino y tú ayudaste a que fuera todo más fácil porque no estuviste con tu novia para ayudarla. Esa niña se iba a llamar Luna”

“¿Y qué pasará ahora? Esa chavala tendrá el niño, y todo será destrucción… el equilibrio ya no estará compuesto por el bien y el mal, sino por la envidia y la codicia, ambas escalonadas en diferentes grados de degeneración… para que todo exista siempre debe haber un opuesto, no podemos entender la vida de otra forma… en este caso, las diferencias se hacen patentes dentro de lo malo, o aún peor”

“Tranquilo, me dice, tú no sufrirás la destrucción del mundo… tú estarás aquí para siempre”

“¿Cómo acabará todo?”

“Muy sencillo, el niño hará que el mundo arda en las llamas del infierno, la tierra se secará y solo habrá un Dios, el Sol”

“El ángel cierra los ojos lentamente. Espera, le digo, ¿por qué yo?”

“Porque tú eres el símbolo bueno que comprende al mal. Porque desde que la olvidaste, justificaste el mal, y desde que rescataste a la chica, justificaste el bien… amar a una persona y hacerle el mayor daño, todo en un solo individuo que ha sido capaz de separar lo inseparable, y que el demonio ha aprovechado para eliminar una de las partes, la que no le interesa para poder dominar… el ángel se ha ido, ya no sigue hablando, ha vuelto al reino del los cielos”


EN EL OTRO MUNDO

La muchacha despertó escupiendo el agua que había en sus pulmones. El cuerpo del hombre que la había protegido yacía sin vida a su lado en las aguas rojas de esa bañera donde decidió quitarse la vida. Pero sus muñecas presentaban la cicatriz de un milagro. No había muerto, sólo había tenido un sueño extraño donde ese ángel la había salvado de nuevo.

Se abrazó a él hasta que no pudo llorar más y luego, salió de la bañera desnuda para mirarse en el espejo. ¿Qué haría ahora? Ella no lo sabía, pero instintivamente posó la mano derecha en su vientre… al mundo le quedaba pocos días de vida…